del peor diagnóstico al milagro

Esa situación tan difícil, lo llevó a pasar por varios tratamientos y con una fuerza de voluntad indomable, de a poco, fue contra todos los pronósticos y empezó a mejorar. Mayra Ajalla, su mamá, habló con TodoJujuy y con orgullo nos contó su lucha que tiene muchos altibajos, pero no es una opción para ellos bajar los brazos.
A los tres meses le detectaron una atrofia cerebral, luego a los 8 meses empezó a sufrir convulsiones. Desde ahí que muy frecuentemente es internado en el hospital de Niños por severas complicaciones y estuvo meses en terapia intensiva.
A todo eso hay que sumarle una parálisis cerebral, encefalopatía crónica no evolutiva, microcefalia, epilepsia refractaria, hipoacusia severa profunda y complicaciones en la vista. Además de dificultades motrices.
“También me dijeron que no iba a comer nunca debido a su condición y llegó a tomar 43 pastillas por día”, mencionó entre lágrimas la mamá recordando lo duro que fue para ella afrontar todo eso siendo él un bebé.
Pero de a poco la situación fue mejorando y el panorama cambió rotundamente: “Le realizamos terapias de fonoaudiología y recuperó la deglución, se alimenta vía oral pese a tener traqueotomía. No escuchaba de ambos oídos, tenía una pérdida del 90% de la parte auditiva, ahora recuperó de un solo oído más del 50% y del otro un 30%, le cambiaron el diagnostico a una hipoacusia moderada”.
Actualmente solo le queda una sola medicación y hace un tratamiento con cannabis. Además se expresa y se hace entender.
“No hay una explicación científica”
“La cabeza le había dejado de crecer en sus primeros meses de vida, pero le volvió a crecer. También nos derivaron al genetista y nos dimos con la sorpresa que había aumentado el perímetro encefálico. Eso fue algo muy bueno, sus neuronas están trabajando y el cerebro está creciendo de manera normal, está acorde a su edad”, añadió.
Asimismo destacó que “todo lo que me dijeron que no iba a hacer, ahora lo está haciendo. Es un chico muy activo y entiende todo. Hasta se ríe, antes no se reía, no tenía cosquillas, la sensibilidad no la tenía activa de tanta terapia. Los médicos nos dijeron que no hay una explicación científica de esta recuperación, que para ellos es un milagro”.
Lamentablemente, este último tiempo, después de todas las mejoras que el pequeño lamentablemente tuvo una luxación de caderas, “están viendo de operarlo. Esperemos que lo hagan cuánto antes así mi hijo sigue avanzando y luchando contra todo esto”.
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Fuente: www.todojujuy.com